Logo
10. 11 & 12 DE SEPTIEMBRE. 2026 / MDE - COL
CHATEA CON NOSOTROS

DISEÑAR PARA PERTENECER O PARA SER

Noviembre 10, 2025

Por: laferiadediseno

Lo local está en auge y es tendencia, porque las personas estamos buscando autenticidad y conexión en un mundo cada vez más globalizado y digitalizado. Esto fue lo que precisamente vi en La Feria De Diseño Medellín powered by imm cologne. Cuando todos pensaban que la homogeneización ganaba terreno, el diseño nos dice lo contrario.

He encontrado las múltiples razones -además muy poderosas-, que hay detrás de este auge del diseño y consumo local:

Foto: Carolina Valencia

1. La búsqueda de autenticidad y narrativa: Las piezas locales, especialmente las artesanales, traen consigo una historia, una técnica ancestral y una conexión humana directa. Los consumidores ya no solo compran un objeto, compran la historia del artesano y la cultura detrás del producto.

2. Sostenibilidad y menor huella de carbono: El consumo local reduce drásticamente las emisiones de transporte asociadas a productos importados. Esto se alinea perfectamente con la creciente preocupación por la sostenibilidad y la bioarquitectura. Uno de los pilares de esta edición en La Feria.

3. Apoyo a la economía comunitaria: Hay una conciencia social fuerte sobre la importancia de apoyar a los pequeños emprendedores, productores y artesanos.

Comprar local significa invertir directamente en la comunidad y preservar oficios tradicionales que de otro modo podrían desaparecer.

4. Diferenciación y carácter único: En el diseño todos podemos tener acceso a las mismas cadenas de suministro globales. Lo local ofrece piezas únicas que no se encuentran en tiendas masivas, permitiendo que los espacios tengan un carácter distintivo y personalizado.

5. Revalorización de lo propio:  En Colombia, por ejemplo, hay un renovado orgullo por la riqueza cultural y los materiales endémicos, lo que impulsa a diseñadores y consumidores a mirar hacia adentro en busca de inspiración y recursos.

Foto: Carolina Valencia

Cada vez más nos asombramos con diseños impecables, pero a veces siento que son demasiado parecidos entre sí, en donde claramente se destacan piezas sobrias, discretas y con menos detalles. Hemos adoptado como dogma la frase “menos es más”, olvidando que en el diseño -como en la vida- a veces “más es más”. Es por esto que en La Feria pude vivir la riqueza cultural de nuestro continente, donde no se expresa en la ausencia, sino en la abundancia de significados, texturas y símbolos.  Además, la globalización y la gentrificación han transformado la forma en que concebimos el diseño de los espacios. Hoy es muy común apropiarnos de detalles culturales que no nos pertenecen del todo, incorporando símbolos o estéticas que parecen universales, pero que en realidad diluyen la autenticidad de cada lugar. En esa búsqueda de lo “cosmopolita”, muchas veces dejamos a un lado lo que nuestros propios ancestros construyeron: tradiciones, técnicas y lenguajes visuales que no solo embellecían, sino que contaban historias. Así, lo que antes era identidad se convierte en tendencia, y lo que era arraigo se reemplaza por una estética global que, aunque pulida, corre el riesgo de ser indiferenciada, efímera y sobria. La Feria De Diseño nos mostró un diálogo ecléctico entre nuestras raíces y la estética global, donde ambos universos pueden convivir armoniosamente, para darle más sentido a los espacios, a través de combinaciones disruptivas e inesperadas narrando historias únicas y diferenciadas.

Foto: Carolina Valencia

Es por todo esto que La Feria fue el escenario perfecto para contar y además, vivir dichas narrativas, a través una gran diversidad de estilos, materiales, texturas y elementos que me inspiraron y seguramente transformaron nuestra visión del diseño.

Sin embargo, lo moderno muchas veces no es más que una apariencia y una tendencia, un modelo que seguimos porque parece “correcto”, “limpio” o socialmente aceptado, pero algunas veces es vacío de significado y desconectado con nuestras raíces y el ser. Es por esto que concluyo que ambos universos se necesitan, porque tampoco podemos caer en la literalidad de lo autóctono, ya que  cuando se intenta forzar un elemento cultural o artesanal, el resultado puede terminar viéndose anticuado o recargado.

Foto: Carolina Valencia

La clave para que el diseño autóctono funcione y no se vea “feo” es la curación experta y la integración moderna.  No se trata de replicar un museo, sino de dialogar con la tradición, escenario claro que vimos en La Feria De Diseño. 

No te pierdas nuestro siguiente blog desde El Ojo de Ana, donde te explico cómo se evita caer en lo kitsch o lo anticuado. El diseño autóctono bien ejecutado se siente atemporal y profundamente personal. 

Ana María Quintero
Arquitecta interiorista
CEO y fundadora de CAJA BLANCA



Compartir artículo en: